Muchos trabajadores están convencidos de que la empresa para la que trabajan podría hacer más por cuidar del medio ambiente. Aún sin llegar a ser radicales, hay muchas acciones que se pueden desarrollar para cuidar el planeta. Algunas de ellas tienen que ver con la reducción de residuos, mientras que otras se realizan fuera de las instalaciones de la compañía. Una de ellas es la plantación de árboles, reforestación para empresas que quieren hacer algo más por proteger y cuidar nuestro entorno natural. Si la tuya es así, seguro que este artículo te interesa. Y si aún no lo habías pensado, puede que después de leerlo te animes a hacerlo.
El problema de la deforestación es de todos
Empecemos por hablar del problema que supone la falta de árboles. Más allá de si se mejora o no el paisaje cuando hay un bosque, los árboles son esenciales para la absorción de dióxido de carbono. Teniendo en cuenta que cada vez es mayor la cantidad de este gas contaminante que expulsamos a la atmósfera, unido a que se están destruyendo muchos árboles a la vez nos encontramos con un problema que nos lleva a que cada vez haya más contaminación, con enfermedades y problemas derivados de esta que son muy notables.
Hay quien dice que es un precio que tenemos que pagar por el progreso. Sin embargo, cuando lleguemos a un nivel intolerable de contaminación debido a que no hay nada que lo equilibre, ¿qué habrá que hacer? Puede que para entonces sea demasiado tarde.
Según los últimos informes, en España ya existe un riesgo notable de desertización. Si no se hace nada, acabaremos por sufrir las consecuencias. Este es uno de los motivos por los que hay que apostar ahora por organizar campañas de reforestación.
Ayudando al medio ambiente como empresa
La plantación de árboles es una interesante actividad de team building que ayuda de muchas maneras. Para empezar, funciona como canal para la cohesión de equipos de trabajo, creando un buen ambiente que después ayudará a todo el mundo a trabajar mejor. Hacer cosas fuera del ámbito laboral se presenta como una de las mejores maneras de mejorar la competitividad.
Otro de los beneficios que se logran es una mejor salud al tener contacto con el medio natural. De hecho, hay estudios que demuestran que las personas que participan en actividades ecológicas tienen menos estrés. También se reduce la probabilidad de sufrir problemas emocionales, con lo cual es innegable que salir a plantar árboles es muy positivo. En algunas empresas se usa como terapia, al estar en un entorno tranquilo y poder respirar aire puro.
Por otra parte, es evidente que cuantos más arboles haya, menor será el impacto ambiental que produzcamos como sociedad. Y salir a plantarlos es una muy buena acción de responsabilidad social corporativa.
¿Cómo se realiza la reforestación?
Evidentemente, salir a plantar árboles no es algo que se pueda hacer de cualquier manera. Es verdad que siempre se puede contar con un jardín en las instalaciones de la empresa, donde tener varios de ellos y dedicar tiempo a su cuidado y conservación. Y que en cierta medida, estaremos colaborando con el medio ambiente. Aunque la reforestación es mejor cuando se hace de forma controlada, plantando especies autóctonas en zonas de cierto riesgo y cuando la temporada es la propicia. Cuando los meses del año no son los adecuados para plantar, se pueden realizar labores de apoyo complementarias, como recogida de semillas o mantenimiento de la zona, favoreciendo el crecimiento de las distintas especies y ayudando en definitiva a que esa zona se convierta en un bosque que ayude al planeta. A veces, si la temporada es demasiado seca, se pueden necesitar trabajos de riego para que los árboles arraiguen y continúen su desarrollo.
Formas de colaborar en la plantación de árboles
Si eres una empresa que quiere colaborar, puedes hacerlo de diversas maneras. La primera, que es la que se recomienda con más frecuencia, es la de organizar una salida como equipo para trabajar en el terreno. Además de estar en contacto con la naturaleza, se puede crear una conciencia ecológica por parte de todos, que lleva a acciones menos llamativas pero igual de importantes, como la reducción de residuos o el mayor aprovechamiento de los recursos. También se pueden buscar iniciativas y apoyar a quienes se presenten voluntarios para realizarlas, sin tener que obligar a nadie a salir al campo para plantar un árbol si no lo desea.
Otro de los modos es contribuyendo económicamente a apoyar estas acciones. Dependiendo de la aportación se puede plantar o cuidar de parte de un bosque, o financiar por completo un proyecto para que otros voluntarios puedan realizar los trabajos.
Algunas empresas están calculando su huella de carbono. Es decir, el impacto ambiental que tienen sus actividades. ¿Con qué objetivo? Para poder equilibrarla plantando tantos árboles como sean necesarios para que el resultado de esta huella sea cero. Incluso existe un registro voluntario en el que se puede mostrar cuál es el impacto y que medidas se están tomando para paliarlo. Una iniciativa pionera en Europa con la que las empresas incluso pueden recibir un sello que certifica que está ayudando a mejorar el medio ambiente.
Pensando en global, actuando en local
La plantación de árboles y reforestación de bosques es algo que todo el mundo, pero en especial las empresas, deberían estar haciendo ya. Además de por sus incuestionables beneficios, para asegurarnos de que estamos ayudando a que nuestro planeta perdure para las futuras generaciones.
¿Como consigue mi empresa hacer una plantación? ¿Donde hay que pedir permiso? ¿De que manera se gestiona esto?