Cada día se hace más evidente que todos estamos conectados. Las acciones que realizamos, tanto a nivel individual como colectivo afectan al mundo y las personas que nos rodean, tanto para bien como para mal. Por eso, se demanda cada vez más que las empresas desarrollen acciones que sean beneficiosas. En este artículo queremos hablar de qué es la responsabilidad social corporativa, y de cómo muchos consumidores están buscando a las empresas que apuestan por ella dentro de sus estrategias.
Definición técnica
Si acudimos a la wikipedia, que es posiblemente uno de los recursos a los que solemos ir en busca de respuestas hoy día, podemos encontrar información acerca de cuál es la definición técnica de esta. Se habla de una serie de acciones voluntarias destinadas a mejorar la sociedad, la economía o el medio ambiente, más allá de lo que exige la ley y con un objetivo que no busca solo lavar su imagen.
La lista de acciones que se engloban dentro de la responsabilidad social corporativa es bastante amplia y depende en gran medida de cuáles son las actividades y el mercado en el que se mueve cada empresa. Aunque en todas ellas hay un componente de mejora para la comunidad, bien en el propio entorno o ampliando el radio de acción.
El consumidor quiere que las empresas ayuden al cambio
Las cifras no mienten, y hay muchos informes que destacan que a los usuarios les gusta que las empresas en las que confían desarrollen acciones de responsabilidad social. Muchos que han sido encuestados al respecto han dicho que si una empresa apoya algún tema que sea de su interés, estarán más dispuestos a comprar sus productos. Más aún, si una empresa realiza acciones que van en contra de sus ideales, además de no comprar recomendarían a los demás que tampoco lo hagan.
Los trabajadores y la RSC
Aunque los clientes no son los únicos que se sienten más cómodos tratando con empresas responsables. Muchos trabajadores buscan compañías con una política de responsabilidad social corporativa bien definida, basando su decisión en mucho más que si van a ganar un buen sueldo. Los nuevos talentos quieren convertirse en elementos que beneficien a la gente y su entorno. Sobre todo después de que la crisis haya dejado patente que el dinero se puede ir en cualquier momento, se busca que haya algo a medio y largo plazo que genere satisfacción.
De modo que se puede afirmar que la RSC es un bien a nivel competitivo. Por una parte, porque mejora la percepción de los consumidores. Y por otra, porque atrae el mejor talento laboral, clave a día de hoy para desarrollar una estrategia de marca potente.
Algunas prácticas de responsabilidad social
Después de dejar claro lo importante que es la responsabilidad social para la empresa, vamos a destacar algunas de las prácticas que se engloban es ella.
Para empezar, y posiblemente las acciones más conocidas, tenemos los planes destinados a mejorar el medio ambiente. Todas las empresas generan una huella de carbono, sean del tamaño que sean. Por tanto, adoptar medidas para que esta huella sea lo más pequeña posible está considerada una de las prácticas que todo negocio debe tener bien presente.
Las donaciones a causas sociales están dentro de la RSC como apoyo a la comunidad. Algunas empresas destinan parte de sus beneficios a financiar las labores de ONG’s o a determinados programas locales. También pueden ceder algunos de sus productos o prestar servicios de forma desinteresada a estas causas.
Por otro lado, se puede tener una responsabilidad social desarrollando una política laboral inclusiva y ética. Las cuotas de integración o políticas similares se valoran de forma positiva tanto por quienes trabajan en la empresa como por sus clientes.
También están las actividades de empresa en las que se reúne a los empleados para colaborar en tareas voluntarias. A veces se organizan tareas de voluntariado para apoyar determinadas iniciativas. Hablaremos de algunas de ellas en otros artículos.
Una empresa responsable gana por partida doble
El compromiso en iniciativas sociales es sin duda alguna un modo de que la empresa gane. No solo a la hora de mejorar sus resultados económicos debido a tener una imagen más amable de cara al público. También es positivo porque se posiciona claramente a favor de conseguir un mundo mejor. La sostenibilidad, el impulso a causas de acción local para mejorar la comunidad en la que se encuentra y apostar por un ambiente de trabajo más justo y equitativo son valores que ayudan a sentirse mejor como individuos y como compañía.
Para lograrlo, es fundamental la transparencia y hacer que todo el mundo se involucre. Si la empresa se limita a anunciar las causas que apoya, pero después nadie sabe cómo lo hace porque es un tanto opaca al respecto, surgirán dudas acerca de si realmente es cierto o existen intereses ocultos detrás. Por ello, lo mejor es dejar que el personal hable abiertamente de todo lo que se hace en el ámbito de la empresa para ayudar a mejorar el medio ambiente, ayudar a los demás y crear entre todos un entorno mucho más amable.
Lo mejor de la RSC es que no se necesita ser una empresa de gran tamaño para implantarla. Todos, desde trabajadores autónomos que desarrollan su labor en solitario como grandes multinacionales pueden poner de su parte para hacer de este un mundo mucho más sostenible, justo y habitable.